jueves, 5 de marzo de 2009

River fue una sombra y San Lorenzo se hizo una fiesta espectacular.

El Ciclón le ganó 5-1 en el Nuevo Gasómetro y se recuperó de dos derrotas consecutivas. Santana, González, Bottinelli, Bergessio y Silvera marcaron para el local, mientras que Buonanotte descontó para los de Gorosito.
La lluvia que azotaba Boedo le dejó su lugar al sol en el Nuevo Gasómetro y San Lorenzo no tardó en hacer delirar a toda su gente. En la primera jugada del clásico con River, apenas 40 segundos después de que Sergio Pezzotta pitó el comienzo, Gonzalo Bergessio metió una corrida espectacular por la izquierda y Jonathan Santana, definió para el 1-0 fugaz. ¿Fue todo para un arranque pésimo para el conjunto de Néstor Gorosito? No. Adrián González acarició la pelota en un tiro libre y nada pudo hacer Juan Ojeda. El clásico que en la previa aparecía como de riesgo, se volcaba muy rápido a favor de los locales.
River estaba desconcertado. Con Marcelo Gallardo y Cristian Fabbiani en el banco, adentro de la cancha a ninguno se le caía una idea. Pipo sufría, porque todo lo bueno que su equipo había hecho en las primeras fechas del Clausura, en escasos cuatro minutos se le caía un balde de agua fría. Y por si fuera poco, a los 17 minutos la defensa millonaria otra vez dejó mucho que desear y Jonathan Bottinelli sacó provecho de un rebote y marcó el 3-0. Una ventaja impresionante y que hacía esperar lo peor para el visitante.
Recién a los 23 minutos, River reaccionó. Diego Buonanotte descontó y encendió, por lo menos por unos minutos, la ilusión de acercarse a dar vuelta la historia. En una jugada posterior, a Agustín Orión se le escapó la pelota de las manos y estuvo muy cerca de ser el segundo. Cuando todo parecía más tranquilo para el equipo de Gorosito, Bergessio volvió a sacar ventaja con su físico y venció una vez más a Ojeda para poner el 4-1 antes de irse al entretiempo.
Sin dudas, no era el domingo de River. Ni la entrada de Fabbiani a los diez minutos del complemento consiguió cambiar el rumbo. Es más, dos minutos después, Rodrigo Archubi erró una pelota increíble en el área chica, y Andrés Silvera sentenció el 5-1. Todo era del Ciclón. La primera pica llegó entre Cristian Ledesma y Villagra, y rápido se sumaron Ahumada y Bergessio para copar la parada. La bronca fue efímera, porque el resultado abultado dejaba poco margen para la calentura.
Le llegó el turno de Marcelo Gallardo y él tampoco pudo hacer absolutamente nada. El "ole, ole" bajaba de las tribunas. Una reacción infantil de Alejandro Gómez dejó a San Lorenzo con diez hombres a los 35, aunque a esa altura ya estaba todo más que resuelto.Un golpe muy duro para Gorosito y River. Esa calma de las últimas semanas seguramente cambiará en las próximas horas. Un 5-1 que, claro está, deja muchísimas dudas en los de Núñez. Por el lado de San Lorenzo, es todo alegría y felicidad. Se levantaron de un comienzo de año adverso y ganaron ese clásico caliente que ayudará a seguir adelante en un semestre con muchos compromisos y obligaciones.

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