jueves, 12 de febrero de 2009

La selección disfrutó en Marsella.

Le ganó 2-0 a Francia con goles de Jonás Gutiérrez y Messi. Los de Maradona consiguieron la ventaja sobre el final de un primer tiempo complicado. A partir de ahí sumaron confianza, aprovecharon los nervios del subcampeón del mundo y cerraron el partido con un golazo de la Pulga.
Con Maradona y Messi como centro de atención, Marsella recibió a la Selección, en la primera verdadera prueba de fuego para Diego como entrenador de la celeste y blanca. El amistoso con Francia, preparatorio para los próximos compromisos por las Eliminatorias Sudamericanas comenzó frío como el invierno europeo.
Los primeros segundos encontraron a una selección de Francia dueña de la pelota, sin demasiada ambición por atacar y mucho toque en el campo propio. Argentina salió con la presión entre ceja y ceja y recién a los dos minutos consiguió agarrar el balón. Ahí fue cuando Messi apareció por primera vez. Sin enganche definido, La Pulga se tiró atrás en más de una ocasión para pedirla y generar el primer desconcierto en el fondo francés.
Igualmente, la primera clara la tuvo el conjunto local. Franck Ribery, la superestrella del Bayern Munich encaró por el centro del campo argentino y tras pasar a dos defensores amagó y le pegó directo a las manos de Juan Pablo Carrizo. Recién iban siete minutos, pero era la primera muestra del fútbol que tiene Francia. Una mezcla de velocidad y toque, con la cuota de lujo que le entregan jugadores como Thierry Henry y Ribery.
A pesar de ese lujo francés, el partido se tornó parejo y por momentos muy caliente. Lass Diarrá repartió patadas para Messi en la mitad de la cancha y Javier Mascherano se encargó de ir por la revancha. Antes, la Pulga tuvo dos claras. Primero con una escapada por derecha, que terminó con un remate a las manos del arquero, con un previo desvío en Willam Gallas, el mismo que después se transformó en héroe al cortar un disparo del hombre del Barcelona que se metía tras una buena jugada por el centro del campo.
En la primera media hora, Argentina no encontró el juego deseado y sufrió en el fondo cada intento francés. El esquema que usó Domenech, con tres mediocampistas ofensivos detrás de Nicolas Anelka complicó en más de una ocasión a la defensa, especialmente a un Gabriel Heinze al que le costó mucho hacer pie en el campo de juego. Sí fue buena la circulación en el juego que encontraron los dirigidos por Maradona. Especialmente con las triangulaciones y pequeñas sociedades que se armaron por las bandas para aprovechar la velocidad de Jonás, Messi y Agüero. Justamente por dos de ellos llegó el primer gol argentino. Cuando iban 39 minutos, Agüero fue hasta el fondo por la derecha y tiró un centro que Jonás convirtió en el 1-0. El mediocampista del Newcastle amagó ante Sagna y remató al primer palo del arquero francés, que treinta segundos antes le había impedido el primer grito, tras un fuerte remate al pecho.
Sin ser mucho más, Argentina se puso en ventaja con actitud y jugando fácil cerca del área rival. Por eso, la ventaja en el marcador a la mitad del partido estaba justificada. ¿Diego? Movedizo, dando muchas indicaciones y gritando el gol como si fuese el último.
Tal como se esperaba, Francia salió con todo en la segunda etapa en busca del empate. Con toque y velocidad por las bandas, complicando a Javier Zanetti, Emiliano Papa y cualquiera que intentara cruzar a Ribery, el mejor del conjunto local. Pero la falta de profundidad le jugó en contra al equipo de Domenech. El hombre del Bayern Munich no encontró compañía y está claro que no es Maradona, ni mucho menos. Encima, desde arriba, Demichelis y Heinze despejaron todo lo que se les cruzó.
En Agüero, Argentina encontró lo mejor para atacar en ese complemento. El Kun encaró cada vez que agarró la pelota y tapó la inactividad que tuvo Messi en esos primeros minutos del segundo tiempo. Pero paradójicamente, tras la salida del jugador del Atlético Madrid, la Selección iba a llegar el segundo gol del partido.
Después de aguantar durante media hora el resultado, Argentina encontró una contra que Messi y Tevez convirtieron en letal. Dicen que corner mal pateado es gol y los delanteros argentinos confirmaron esa famosa frase. La Pulga recibió un despeje, tocó para Carlitos y el hombre del Manchester corrió con la pelota casi hasta el área local. Aguantó la marca, esperó y habilitó al del Barcelona, que en su debut en la era Maradona convirtió. Remate preciso al palo izquierdo que Mandanda no pudo controlar.
Fue el toque final para Francia. Los últimos minutos la Selección controló la pelota y se terminó llevando una victoria merecida, que sin dudas sirve para levantar a un equipo que ya había demostrado un avance en el debut de Diego, pero que necesita más para encarrilar el rumbo en las Eliminatorias y así mirar al Mundial del año que viene en Sudáfirica. Hoy, Argentina estuvo sólida y ganó una verdadera batalla en la tierra de Napoleón.

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