
El disco se grabó en tres días (del 5 al 7 de spetiembre), junto con otras melodías, en la Radio Recorders de Hollywood. Tenía una mezcolanza de himnos, temas evangélico y canciones populares de Navidad: todos ellos los interpetaba Presley con su característico desparpajo y brillantez. Durante la grabación, los compositores Leiber y Stoller escribieron el primer tema del disco -"Santa Claus is back in town"- que resultó ser uno de los mejores temas de todos.
Cuando se editó el disco a mediados de octubre, hubo "gurús" de los medios de comunicación, clérigos y figuras de la industria musical -que no sabían nada de las raices evangélicas de gospel sureño de Presley- que lo denunciaron como un intento de profanación de la cristiandad del joven rebelde del rock & roll. Pero el público lo vio de distinta manera y el espíritu religioso del disco -realmente sentido- contribuyó a consagrar a Presley como un héroe popular norteamericano.

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