Tigre se llevó un gran triunfo del Bajo Flores.

El equipo de Cagna le ganó a San Lorenzo por 1-0 con un gol de cabeza de Jonathan Blanco, en el Nuevo Gasómetro. El equipo de Russo tuvo más de una hora para empatar, pero fue ineficaz a la hora de atacar. Leandro Lázzaro y Carlos Luna reaparecieron en el club de Victoria.

Un comienzo de campeonato raro para San Lorenzo. Los últimos años siempre arrancaba con grandes ilusiones y, sobretodo, con caras nuevas. En este Apertura, el sentimiento es de desazón por las repentinas marchas de Placente, D'Alessandro y Jonathan Botinelli. El rival era Tigre, un club que sorprendió a todos un año atrás cuando en su vuelta a Primera peleó el torneo hasta el final. Cagna partía con la idea de tener un equipo más parecido a ese que al del Clausura pasado.

El debut oficial de Miguel Angel Russo con el Ciclón fue por el miércoles pasado por la Sudamericana, pero por primera vez se sentaba en el banco local del Nuevo Gasómetro. El partido empezó bien para San Lorenzo, que salió con una actitud arrolladora. Logró meter al Matador en su campo y tener las mejores posibilidades para marcar. Romeo, otra vez desde el arranque, lo tuvo sólo frente a Daniel Islas pero falló en la definición.

Los locales parecían tener todo bajo control. Sin embargo, nunca hay que dar por muerto a Tigre. En la primera que tuvo, quebró a Orión. Un centro desde la derecha que conectó de manera perfecta el debutante Jonathan Blanco, para poner el 1-0.

San Lorenzo buscó el empate desde el inicio del complemento. Sin embargo, una y otra vez chocaron contra la defensa rival y también con un Islas seguro. Los de Russo no le encontraban la vuelta al partido. Cada minuto que pasaba era peor era porque el murmullo del estadio metía muchísima presión. El técnico mandó a la cancha a Silvera en el lugar de Romeo para ver si cambiaba la racha. Eso no alcanzó.

Tigre se llevó tres puntos de oro. Sorprendió a un San Lorenzo que extrañó y mucho a D'Alessandro en la creación. El equipo de Cagna empezó el torneo con el pie derecho, mientras que Russo sumó una preocupación más a una semana que es mejor olvidar.