miércoles, 23 de abril de 2008

San Lorenzo volvió a la senda del triunfo.

Le ganó a Vélez por 1-0 con gol de Bottinelli, en el partido de la sexta fecha postergado por el crimen del hincha Emanuel Alvarez. El equipo de Ramón fue más práctico que su rival, y justificó su victoria con lo hecho en el primer tiempo. Esta victoria deja al Ciclón a tres puntos de los líderes.
San Lorenzo hizo la diferencia en el arranque, a partir de la actitud con la que salió a jugar el partido. Se paró decidido en campo rival y empezó a presionar por los costados, donde los laterales iban y fabricaban muchos espacios.
Fue, sin embargo, D'Alessandro el que marcó la diferencia. Cuando hacía la pausa, cuando metía un pase en profundidad, cuando tiraba una gambeta frontal... Aparecía en la derecha, también en la izquierda. Y siempre desequilibraba. No extrañó que a los 14 minutos San Lorenzo pegara un grito que retumbó de punta a punta en el Nuevo Gasómetro. Vino un córner llovido, al punto del penal, el arquero Montoya calculó muy mal y Bottinelli, sin marcas, metió un frentazo que casi le hace un agujero a la red.
Trató de salir Vélez, pero fue hacia la nada. Acumuló gente en ataque sin sentido y para colmo repitió los caminos de búsqueda. Siempre iba por el medio, siempre a mil por hora, siempre a chocar. No era la forma, claro.
Para colmo, los de Ramón Díaz empezaron a jugar con la desesperación ajena. De la mano de D'Alessandro, amo y señor del mediocampo, cada salida era una señal de peligro, más allá de las imprecisiones en ataque de Bergesio y Silvera. Este último, justamente, tuvo el segundo después de una gran jugada por derecha de Acevedo, quien se la colocó en la cabeza al delantero (estaba adelantado) y de tanto elegir el palo, la terminó pifiando. Hubo más. Una entrada furibunda de D'Alessandro, quien quedó mal perfilado y de derecha le entró mordido a las manos del arquero. Placente, enseguida, apreció por el segundo palo y de cabeza casi la acomoda abajo. La ventaja, a esa altura, estaba largamente justificada.
¿El partido? No superó la media. San Lorenzo, mucho más punzante, manejaba los hilos a su antojo. Mientras que Vélez era varios equipos en uno. Defensores por un lado, volantes por otro y, a años luz del resto, los delanteros. Cero comunicación entre líneas.
Vélez se fue al humo en el segundo tiempo. Sin ideas, a puro centro y desesperación. Tuvo, es cierto, mayor tiempo la pelota, aunque la siguió usando mal, sobre todo cuando merodeaba el área local. El Ciclón, en cambio, se puso la ropa que mejor le queda. Utilitario mil por mil, paró una línea de cuatro bien cerrada y ya no soltó tanto los laterales. Cuidarse fue la premisa, pese a que Silvera mantuvo su fiel vocación ofensiva, la que casi lo lleva a gritar el segundo cuando quedó debajo del arco y no la pudo empujar, luego de otra dubitativa salida del arquero.
En los minutos finales, Vélez buscó de todas las maneras y no hubo caso. Fue victoria de San Lorenzo, de Ramón Díaz fundamentalmente, después de una semana en la que recibió (nada menos) el tiró de oreja del hincha más famoso: Marcelo Tinelli.

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