lunes, 5 de noviembre de 2007

San Lorenzo y Huracán se repartieron todo.

Empataron 1 a 1 en el Nueva Gasómetro, donde se luchó mucho y se jugó poco. Bottinelli y Goltz, en el primer tiempo, marcaron con respectivos cabezazos. Este resultado complica al equipo de Boedo en su aspiración de pelear el título del Apertura.



Se esperaba mucho más del clásico. Por la rivalidad, por las expectativas, por el clima en las tribunas y por los más de cuatro años que habían pasado desde el último enfrentamiento. Sin embargo, San Lorenzo y Huracán empataron 1-1 en un aburrido partido que no dejó vencedores ni vencidos en el Nuevo Gasómetro.

Cuando los equipos recién se estaban acomodando en la cancha, llegó la primera emoción fuerte de la tarde. A los tres minutos, Aureliano Torres ejecutó un tiro de esquina desde la izquierda; Jonathan Bottinelli apareció llamativamente solo en el punto del penal y, con un frentazo letal, mandó la pelota al fondo de la red. El Ciclón empezaba ganando con la receta que mejor conoce y más le gusta: la pelota parada.

Le costó al conjunto de Parque Patricios asimilar el golpe. San Lorenzo siguió manejando la pelota e inquietaba por las bandas, con las proyecciones de sus laterales. Cada pelota parada a favor del equipo de Ramón Díaz tenía olor a gol. Pero Barovero se mostró seguro y logró evitar una nueva caída de su arco.

El trámite comenzó a emparejarse cuando promediaba la etapa inicial. Sánchez Prette –desaparecido hasta ese momento- empezó a entrar en juego y se asoció con Poggi y Franzoia, el delantero más peligroso que tuvo el Globo. El empate visitante llegó con la misma fórmula: tiro libre, cabezazo y a cobrar. ¿El autor? Paolo Goltz, quien a la carrera desvió la trayectoria de la pelota y venció a Orión a los 34 minutos.

Por lo realizado por ambos en el primer tiempo, la igualdad era el resultado que mejor le encajaba a un entretenido pero discreto partido.

En la primera jugada del complemento, San Lorenzo casi se pone nuevamente arriba en el marcador. Desbordó muy bien Rivero por la derecha, pero Silvera no conectó con precisión y la pelota se fue por arriba del travesaño. Se jugaban sólo 30 segundos de la etapa final.

La respuesta de Huracán llegó a los cinco minutos: Sánchez Prette remató con derecha desde fuera del área y forzó una gran atajada de Orión, quien envió la pelota al tiro de esquina. Fue la más peligrosa del equipo de Ardiles en la segunda mitad.

Con el correr de las agujas del reloj ambos fueron arriesgando cada vez menos. ¿El resultado? Abusaban del pelotazo y los arqueros eran simplemente espectadores del clásico. Los ingresos de Romeo y la Gata Fernández en el local, y de Barijho en el visitante, no lograron torcer la historia. Sobre el final, Rivero se fue expulsado por doble amarilla, pero nada se modificó.

El empate lo deja casi sin aspiraciones de bicampeonato al equipo de Ramón, que ahora suma 22 unidades. Por su parte, el punto sí le sirve a Huracán para conseguir su principal objetivo: mantenerse lejos de la zona de Promoción y descenso directo.

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