Se impuso por 3-1 en Toronto y avanzó de ronda en el Mundial de Canadá. Los europeos se pusieron en ventaja a través de Janczyk, expulsado en el final. Pero el equipo de Tocalli se recuperó y lo dio vuelta a puro fútbol. Di María y Agüero, con dos golazos, anotaron para Argentina, que ahora espera por el ganador de México y Congo.

Un nuevo paso del Sub-20 en su misión de quedarse con el título del Mundial de Canadá. Esta vez, el equipo de Hugo Tocalli venció ajustadamente, aunque con claridad, a Polonia por 2-1, en un partido disputado en Toronto. Los europeos se pusieron en ventaja a través de Janczyk, pero Argentina pudo dar vuelta la historia gracias a los goles de Di María y Agüero. El próximo rival saldrá del choque entre México y Congo.
En lo netamente futbolístico, los chicos argentinos fueron superiores desde el vamos. Con actitud y empuje, dominaban el trámite en el arranque y jugaban en campo polaco. Sin embargo, los problemas defensivos traían dolores de cabeza. Así fue que el arquero Romero apareció apara evitar la caída de su arco en el comienzo, en un mano a mano con Janczyk.
La respuesta llegó de la mano de Agüero, quien definió de cachetada entrando por derecha y se topó con Bialkowski. A once del descanso, la sorpresa. Janczyk, el único punta de Polonia, recibió llamativamente solo por derecha y resolvió con un remate cruzado ante Romero. El 1-0 no se acoplaba a lo que había reflejado el desarrollo.
Apenas cinco minutos le duró la ventaja al seleccionado europeo. Se enchufaron Moralez y Agüero, tiraron una pared bárbara y luego de un toque hacia el medio, Di María anticipó y tocó a la red. El reemplazante del lesionado Mauro Zárate, ausente por un dolor en la rodilla, pagaba su presencia. Y el entretiempo llegaba con todo como al principio: igualados, pero 1-1.
En la segunda parte, a los de Tocalli les bastó con mantener el nivel y ser constantes. Sólo se jugaba un minuto de los 45 finales y Argentina ya lo había dado vuelta. Agüero recibió de espaldas al arco en le medialuna del área, le tiró un sombrerito divino a un defensor y terminó la obra de arte con un zurdazo bajo y cruzado. El 2-1 tenía otro color. Y estaba bien.
Pudo liquidarlo antes, pero la imprecisión el la última puntada no se lo permitió. A cinco del cierre, sí, llegó la frutilla del postre. Moralez, de enorme partido, buscó a Agüero, la pelota dio en un defensor polaco, y el Kun definió con maestría. Dejó sentado al arquero y tocó con el arco libre. 3-1, justa victoria y una demostración de fútbol que contagia de cara a lo que viene. México o Congo será el obstáculo a eludir para meterse en las semis.
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