Fue 0-0 con República Checa, en el arranque del Grupo E del torneo que se disputa en Canadá. El equipo dirigido por Tocalli tuvo varias chances para romper el cero pero falló en la definición. El próximo martes, enfrentará a Panamá.

Argentina llegó a Canadá para quedarse con un nuevo Mundial Sub-20. Con todos los laureles a cuestas. El de Japón en el 79 con Diego y Ramón Díaz, el de Qatar 95 con Biagini y Pena, el de Malasia 97 con Riquelme y Aimar, el de Argentina 01 con D'Alessandro y Saviola o el de Holanda 05 con Messi y Gago. Tal vez ante tantos logros se sobredimensionó el campeonato, que sirve para fortalecer a los juveniles. Lo cierto es que la presión del equipo de Hugo Tocalli es mucha.
Argentina formó con un plantel lleno de estrellas y eso con son apenas un puñado de adolescentes. A excepción de Gonzalo Higuaín que el Real Madrid no lo dejó viajar al Mundial, estuvieron Agüero, Mauro Zárate, Maxi Moralez, Ever Banega, Federico Fazio y Emiliano Insúa, como titulares. Pero los chicos jugaron como niños. Quisieron marcar el quinto gol antes que el primero y al final terminaron empatando 0-0 con la República Checa en el debut por el Grupo A.
A los 2, Zárate desborda por izquierda, envía el centro atrás y Moralez, en la puerta del área ¡chica!, no pudo definir de zurda. A los 4, el que llega hasta al fondo es el petiso de Racing, centro atrás. Zárate remata de zurda, tapa el arquero Petr y le queda el rebote a Maurito. Otra vez le da, esta vez de derecha y el balón se fue por arriba del travesaño. A los 7, Agüero sacó un lindo remate de derecha, desde afuera del área. Desviado. A los 8, Banega le pegó de zurda. Petr y al córner. Argentina atacó y los checos se defendieron de a cinco, seis y hasta ocho hombres cerca de su arquero- Una constante en el partido.
En el segundo tiempo siguió atacando Argentina. Pero cada vez con menos ideas. Ingresó el Papu Gómez y nada. Siguió moviendo el banco Tocalli, y nada. Los europeos se cerraron muy bien atrás. Y los jóvenes jugadores argentinos no pudieron entrar nunca con claridad al área. República Checa casi no atacó. El nueve, Martín Fenin, estaba muy sólo arriba. Y no eran rápidos para salir de contragolpe tampoco. Así se consumió el tiempo y el partido. Argentina chocó contra un muro vestido de rojo.
No es para desesperarse, aunque en los papeles y por la jerarquía del plantel de Tocalli, el partido se presentaba accesible en la previa. Pues no lo fue. Como consuelo queda que Panamá y Corea del Norte, los otros dos integrantes del Grupo A, también igualaron sin goles y están todos con las mismas posibilidades. Los argentinos, a pesar del consagrado Agüero, del consagrado Zárate y de varios consagrados más; jugaron como niños que sólo quieren gambetear y hacer goles, y no como futbolistas maduros. Será cuestión de esperar hasta el martes, cuando enfrenten a los panameños. No hay que apurar a los pibes.
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